“No siempre estuve cerca del campo. De hecho, durante años trabajé entre ordenadores, fórmulas matemáticas y laboratorios. Pero mi cuerpo —y mi alma— me pedían otra cosa. Esta es la historia de cómo volví a la tierra, y por qué hoy dedico mi vida a ayudar a quienes la cultivan.”
De pequeña podía pasar horas observando cómo crecía una semilla de judía entre algodones. Me fascinaban los olores del campo, el fuego y la madera.
Pero crecí lejos del mundo rural, y acabé estudiando ciencias físicas, doctorándome y trabajando en un laboratorio de alta tecnología en California. Desde fuera, todo parecía un éxito. Pero dentro… algo no encajaba.
Mi salud física y emocional empezó a deteriorarse. No tenía energía, la espalda me dolía tanto que no podía ni sentarme para trabajar.
Fue entonces cuando el campo volvió a aparecer en mi vida: un huerto, una granja ecológica, terapias naturales… y una certeza que se hacía cada vez más fuerte: necesitaba reconectar con la tierra.
Volví a España sin un plan, pero con una intuición muy clara: había otro camino.
Volví a España sin un plan claro, pero con muchas preguntas. Empecé a escribir un blog —Blog Disidente— para compartir todo lo que había aprendido sobre salud, alimentación y agricultura regenerativa.
Me involucré en la agricultura regenerativa, conocí a ganaderos, agricultores, pensadores rurales… y descubrí una comunidad con propósito.
Participé en la creación de la primera asociación de carne de pasto en España, en el nacimiento de Omnívoro y de The Regen Academy, y traduje libros que hoy son referencia para muchos productores conscientes.
Incluso tuve mi propia granja de gallinas pastoreadas y fermentados vegetales que vendía en el mercado y tiendas locales.
Después de tantos años en contacto con el sector, vi una necesidad que se repetía: productores con proyectos maravillosos, pero sin herramientas para contarlos bien.
Así nació Marketing con Raíces: para ayudarte a comunicar tu esencia, vender sin miedo y vivir bien de lo que cultivas o elaboras. Porque cuando tú prosperas, también lo hace el campo.
Este proyecto es mi forma de devolver lo aprendido. Quiero que puedas hablar de lo que haces sin complejos, sin rebajas, sin gritar. Quiero que el mundo entienda el valor de tus manos, de tus procesos, de tu tierra. Porque tú no solo cultivas alimentos. Cultivas futuro.
Descubre cómo este enfoque personalizado puede traer beneficios duraderos y positivos a tu marca agrícola.
Diseño estrategias que llevan tus productos agrícolas al público que los valora.
Cada acción está pensada para maximizar resultados y evitar esfuerzos innecesarios.
Las estrategias digitales permiten un desarrollo constante y adaptado a tus necesidades.